10 jul 2011

Peregrinos


Cuando tocan a paz las campanas del atardecer,
sigo el maravilloso vuelo de los pájaros
que en largas hileras, como devotos peregrinos,
se pierden en las claras lejanías del otoño.

Vagando por el jardín cerrado de la noche
acompaño en mi sueño su suerte luminosa
y apenas si percibo cómo pasan las horas
al seguir sus viajes más allá de las nubes.

Un suspiro de ruina me hace entonces temblar.
Un pájaro se queja entre ramas sin hojas,
sobre rejas mohosas, roja, la vid se agita,

mientras, como pálidos niños formando un corro lúgubre,
junto a oscuros brocales que se desmoronan
se inclinan lívidos asteres, temblando al viento.


"Otoño (Ruinas)", en: Del cáliz de oro. Compilado en Sebastian en sueños y otros poemas, de Georg Trakl (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores, 2006)

No hay comentarios: