29 mar 2011

¿Cuántos mirlos blancos nos dan en la vida?


Quizás los naipes pueden pintar las flores para complacer a la reina, pero a los pájaros no puede cambiárseles el color del plumaje.

19 mar 2011

Un pavo es una pieza de museo


Extraña "dignidad" de las aves encerradas y rotuladas, inaccesibles a no ser por medio de la mirada y de la pregunta infantil. Como si no pudiera conocérseles de otro modo más amable para ellas.

Recuerdo un parque, al final de una avenida empinada, donde los pavos reales te salían al paso a pocos metros de la entrada, sueltos y muy orondos, como Pedro por su casa. Como si el animal, la rareza, la excepción fueras tú, el visitante. Así debería ser, ¿no? ¿O acaso has ido a una casa en la que tengan que encerrar a las mascotas -que son parte de la familia- para recibirte?

La verdad es que siempre he odiado los zoológicos. Tan absurdos. Parecen morideros de goteo lento. Tantas caritas tristes que dan grima. Así no hay aprendizaje ni diversión posibles.

12 mar 2011

Pájaro de mar por tierra


“Los albatros siguen durante días a los buques en alta mar, desafían a las tempestades, columpiándose sobre las olas; y cuando se cansan pueden dormir flotando incluso sobre mar arbolada. Sólo se acercan a tierra si se aproxima una tormenta, y entonces vuelan a gran altura, como si quisieran verla desde arriba. Son las aves marinas más corpulentas, muy fuertes, pero también cobardes o tal vez con escasa sociabilidad: huyen hasta de las gaviotas. Su pico es grueso y cortante, y termina en un gran garabato; en sus pies falta el pulgar. Su voz es parecida a un rebuzno.

Baudelaire tenía razón: un albatros en tierra, con su andar tambaleante y arrastrando las alas, da verdadera risa. Todos los marineros lo sabemos. Llama la atención la diferencia entre la torpeza de sus andares y su majestuosa elegancia en el aire. La envergadura de sus alas es enorme, de más de cuatro metros: sólo con extenderlas a favor de viento pueden levantar el vuelo. Sin embargo, tienen serias dificultades para aterrizar y suelen golpearse las alas. Se alimentan de calamares y de los desperdicios de los barcos. El albatros errante (Diomedea exulans) puede devorar peces de más de medio metro de longitud”.

“El albatros a pie”, en: Manual de literatura para caníbales, de Rafael Reig (Debate, 2006)

6 mar 2011

Nostalgia

Al amanecer,
cuando un ave ensaya el despertar...
empieza el momento de la nostalgia de todo el [polvo
al que la muerte ha abandonado.
Oh, hora de los nacidos,
pariendo en dolores en los que se forma
la primera costilla
de un nuevo ser humano.
Amado, la nostalgia de tu polvo
atraviesa rugiendo mi corazón.

“Al amanecer”, de Nelly Sachs