28 dic 2009

Madera, cola, clavos y papel: cautiverio definitivo


“Un nuevo significado amplía el adagio ‘Aves de un mismo plumaje vuelan juntas’ en los Aviarios que Cornell hiciera originalmente cerca de 1943, para luego enfocarse en ellos entre 1949 y 1954. Recortes de coloridas ilustraciones de loros, cacatúas y periquitos dominan los interiores duramente pintados de blanco de muchos ejemplos. La impresión de hallarse ante aves cautivas es inconfundible, sugerida por aspectos como gavetas, fuentes, ramas, fragmentos de espejos y rastros de pintura blanca. Cornell también construyó versiones más arquitectónicas que evocan jaulas aerodinámicas o vacías. Aunque raramente daba explicaciones sobre su trabajo, el impacto de ver una vitrina con peces tropicales en una tienda de mascotas a finales de los treinta lo llevó a describir en detalle los orígenes y el enfoque de sus Aviarios:

Inspiración original del almacén de pájaros, ventanas, simplicidad de la magia, tienda de mascotas

AVIARIO
Proyecto: jaula grande o pequeña con efectos móviles: perchas que se balanceen, anillos que se balanceen, comederos de aves, etc., etc.; considerar colores exóticos (cuaderno, libro de recortes); procurar el efecto de movimiento prolongado de los móviles: empleo de trozos o pedazos rectos de espejo; toques de cosas desechadas por inútiles; ‘maderas usadas’; fuentes; cámara interna de espejos para acentuar el efecto de profundidad; para notas generales: pegar parches en el fondo blanco, luego repintarlos con una delgada capa de blanco — desarrollar a partir de aquí.

Instrucciones: limpio y abstracto; aspecto desordenado de que se vive allí”.


Papeles de Joseph Cornell, Archivos de Arte Americano, Smithsonian Institute. “Aviarios”, en: Joseph Cornell. Shadowplay Eterniday, de Lynda Roscoe Hartigan y Walter Hopps (2006)


23 dic 2009

Cómo espantar un visitante alado



“Un pájaro con aires de príncipe se paró en la cabeza del Sr. Scott. El Sr. Scott en esos momentos estaba parado delante de un espejo y, ante la increíble belleza del pájaro, quedó inmóvil.

El pájaro no reflejaba (en el espejo) intenciones de irse, así que él no quiso romper con el encanto.

Mientras más se observaba en el espejo, al Sr. Scott le fueron subiendo al corazón unas intensas ganas de amar. «El pájaro (pensó él) siente en estos momentos la fuerza de mi amor. Voy a hablarle».

Cuando el Sr. Scott abrió la boca, el pájaro dio dos hermosos aletazos y levantó el pico, como buscando cantar. Scott no se creyó capaz de soportar tal emoción.

Pero el pájaro no cantó. Entonces el Sr. Scott tuvo la idea más inteligente de todas: atraparlo. Estar con él significaba darle validez a la vida. Levantó el brazo derecho cuidadosamente, pero en el sitio del pájaro sólo había un interminable, un desconcertante vacío.

Ahora el espejo no reflejaba la imagen del pájaro, y el Sr. Scott prefirió pensar que todo aquello era el producto de su imaginación.

Al pensarlo se dio vuelta, y sintió que las alas de un pájaro levantaban el vuelo para siempre”.


“El Sr. Scott mira un pájaro en el espejo”, en: Los dientes de Raquel y otros textos breves, de Gabriel Jiménez Emán (1993)


19 dic 2009

¿Quién avista a quién?


La de esta vez no es una de esas aves fumosas y corrientes de la ciudad.

Tiene unas franjas "cebrunas" en la cabeza… ¿Personalidad?

Por suerte tengo la cámara a tiro y el campo lo suficientemente despejado como para dejar constancia de su visita.

Ni siquiera en Mérida me dejan en paz. Son mis paparazzi, los pájaros.

14 dic 2009

Cómo decir "pájaro" en marciano

“El profesor Flournoy, de Ginebra,observó uno de los casos más famosos y extraños en este campo: su médium HélèneSmith parecía ser un genio idiomático, los espíritus hablaban y escribían através de ella no sólo en los idiomas más diversos de la tierra, sino tambiénen cuatro lenguas «astrales»: la de Marte, la ultramarciana, la de Urano y lade la Luna. He aquí lo que decían por conducto de la médium los marcianos:

«Siké, érai diviné zé miké crizi capri,ne ame orié antéch êze carimi ni êzi érié é nié perinée hed lé sadri dé zévéchir tiziné Matêmi misaimé kâ umez essaté».

Lo dicho significa: «Sé feliz, Siké. Elpequeño pajarillo negro llamó ayer a mi ventana y mi alma sintió alegría. Medijo: le verás mañana, Matêmi, oh flor que me da la vida, sol de mis sueños»”.


El mundo de lo ultrasensorial, de Hans Herlin (1969)

12 dic 2009

A vuelo de...



Mi relación de amor-odio con las aves no es nueva. En casa, cada vez que el tema de las mascotas salía a relucir, se me acusaba de haber ahogado un pollito a la tierna edad de tres (¿o eran cuatro?) años. "¡A mí que me registren!", decía yo, manos en alto. Juro que no lo recuerdo. En todo caso, ¿podría regresar aquel pollito en busca de venganza, con el alma y el plumaje oscurecidos, como el protagonista de The Crow? ¿Me identificaría como su asesina? He cambiado mucho desde entonces.

(Quizás este blog le ayude a localizarme).

Los bichos alados que me acosan en mi adultez son de naturaleza distinta. Inaprensibles, no podría ahogarlos, aunque quisiera. A menudo aparecen luego de la lluvia, como un arcoiris monocromático (sic) y compacto. Con sus delicadas patitas y su actitud de vigías se posan en la reja "pecho de paloma" de la ventana de mi cuarto o del balcón por algunos segundos, siempre mirando nerviosamente de un lado a otro, como si huyesen de algo; siempre "dándome la espalda" (si es que puede decirse tal cosa de un ave; quizás sería más exacto escribir "apuntándome con la cola").

En cuanto advierto su presencia me quedo inmóvil, atontada, reverente, conteniendo la respiración, espiándolos, esperando que "canten". Pero mis heraldos no son palomas mensajeras, ni aves canoras; sólo seres voladores genéricos, que así como vienen, se van. Sucede dos o tres veces al mes, por ponerle alguna frecuencia (aunque hay meses en que brillan por su ausencia y ni siquiera recuerdo que existen). 

¿Tendrá esto algún significado?


De repente, el mundo se me ha llenado de pájaros, a mí, que nunca antes me había fijado en ellos. Solían ser meros adornos... Pero ahora que nos hemos reconocido mutuamente entre los vivos, hurgaré en mi historia para rastrear los orígenes de su ubicuidad, su educación de suaves aleteos, la guía recibida de su estela fantasmal... Y, claro, la insistencia con que me picotean la cabeza por estos días.